El Guindilla es un espacio moderno, festivo e informal que ha abierto recientemente dos puntos en Barcelona (en la plaza de la Barceloneta y en El Born). Yo pensé en mis hermanas que vienen a visitarme una vez al año y que adoran la oferta de tapas «típicas» de España, pues en este espacio está todo lo que puebla su imaginario español enriquecido con un ambiente cuidado y divertido.
Grandes mesas rústicas para compartir o mesas redondas que facilitan la interacción, una preciosa cocina a la vista, una barra amplia y agradable y la atención atenta y servicial son algunas de las señas de este nuevo espacio para tapear que dará que hablar. Yo fui con dos amigas un jueves por la tarde, muy temprano y encontré platos deliciosos y buen rollo.
Abrimos con una copa de cava y continuamos con lo que suponíamos iba a ser un picoteo discreto y que terminó en un banquete pantagruelico.
La verdad es que estábamos tan contentas con el cava y la comida, que me distraje y las fotos me salieron bastante desagradecidas con los platos, así que cuelgo sólo algunos ejemplos para abrir boca y con advertencia: en «persona» se ven mejor ; )
Pan con tomate con buen aceite.
Alcachofas y berenjena en virutas tostadas, que me encantan y que estaban muy finas, pero las berenjenas las sentí un poco grasas. Vale la pena comerlas si sois más de 3 en la mesa porque puede ser un poco excesivo.
«Hummus» de berenjena con feta (baba ganoush) que estaba realmente exquisito, el punto de ahumado de la berenjena con su paprica, la cantidad de sal adecuada, la combinacion equilibrada con el queso. Uno de los infaltables cuando vuelva.
Alitas de pollo con salsa de soja y miel tiernas y tostadas por fuera. Las comí con deleite y en un descuido de mis amigas roí los huesitos con fruición, si no, ¿cómo disfrutar de las alitas? Además en el Guindilla hacen pollos al ast para llevar y se forman colas porque al parecer están muy bien conseguidos (puedo sospecharlo por la calidad de las alitas)
Un poco de entraña con un chimichurri único, pues estaba como suavizado con mayonesa que resultó excepcional, la carne perfectamente en su punto, estaba jugosa y bastante sabrosa. Aquí cabe aclarar que el Guindilla es un nuevo proyecto del Asador de Aranda, así que el know how que ellos tienen en cuestión de asados se ha trasladado a este desenfadado local.
Una ración de fish and chips con trozos de merluza rebozados con su costra perfecta y las patas fritas que la acompañaban calentitas y doradas, como confitadas en buen aceite. Muy buenas.
Albondiguillas con sepia y patatas fritas inmersa en la salsa más potente y concentrada que podía imaginar, un mar y montaña de quitar el aliento y que venía en un pequeño caldero con tapa que las mantuvo calentitas mientras disfrutábamos del momento.
Los postres variados fueron otro plus; probamos tres cosas, muy grande y con un postre para las tres habíamos tenido, pero estaban tan bueno! Primero unas quenelles de mousse de chocolate con sal y aceite de oliva, puro chocolate intenso y delicioso para los adictos. Un helado de chocolate con espuma de coco servido en la cáscara con unos trozos de coco crujiente, creo que estaba tostado y con algo de plátano. La espuma era sutil como una nube. Muy buena combinación; y un banana split que me recordó de lleno mi infancia con los tres helados de buena calidad.
Otra ventaja de El Guindilla es que tiene la cocina abierta en horario ininterrumpido.
Ficha:
Ciudad:Barcelona.
Dirección:Plaza Poeta Boscà nº2
Teléfono:934 52 32 32
Precio medio: entre 25 y 30€ por cabeza sin vino