Cocina Japonesa,  Cocina Thai,  Excelente relación calidad/precio,  Restaurante,  Restaurantes Madrid: Favoritos

SUKOTHAI

Paseo de la Castellana 105
Teléfono: 91 598 03 56.
Precio Medio: 35€ por cabeza (sin vino)
Espacio para fumadores.
Primera impresión: Un acierto. Han elegido dos de las cocinas más saludables y llamativas del mundo, han dotado al espacio (reducido) del local con mesas y sillas cómodas y funcionales y tienen una planta de camareros amable y profesional. Los precios son equilibrados para el tipo de cocina que ofrecen.

Cocina de Tailandia y Japón, en una selección de platos que manejan al dedillo. La decoración funcional y agradable. Pide el variado de entradas con rollitos vegetales (crujientes, dorados, compactos y aromáticos. Tan sabrosos como cuando de pequeño dabas un mordisco a deshoras a tu bocata del recreo), langostinos tempurizados (muy jugosos y casi vivos), brochetitas de pollo (con salsa de cacahuetes y un fondo sutilmente picante) y jugosas albóndigas de cerdo, con aromática lima y toques de cilantro, en un plato alegre y provocativo que nos puso en vena y que acompañamos con un Viñas del Vero blanco, que combinaba perfecto con todo. De segundos: Roll crunch uramaki con langostinos en tempura, cebollino y queso crema que era una invitación a la codicia: comíamos sin parar y casi sin dirigirnos la palabra. Las texturas contrastadas producían sensaciones agradables, como la de pulverizar agua fresca en el cuerpo dentro de una sauna muy caliente. Para continuar con algo thai, exquisitos noodles con solomillo, vegetales y sésamo, que desprendía sus aromas de cilantro, citronella, verduras… Una fiesta de sabores perseverantes pero suaves. Para cerrar infusión de hierbas digestivas. No pudimos dejar espacio para el postre…

Tenía ganas de sorprender a mis huéspedes, una pareja de amigos que se han retirado a la vida monacal en el campo asturiano. Di mil vueltas para encontrar algo adecuado para ellos (que se sienten a la vuelta de todo y que tienen poca tolerancia a los trajines de la vida urbana) ¿Cómo tentarlos con algo moderno pero sin estridencias? ¿cómo seducir sus paladares con cocina interesante pero sana, acorde con sus hábitos alimenticios? Recordé el Sukothai. Cocina de Tailandia y Japón, en una selección de platos que manejan al dedillo. La decoración funcional. La tarde era calurosa pero el local estaba fresco y agradable. En la sala variedad de personajes: tres amigas que conversaban animadamente, un par de padres jóvenes con su hijo de cuatro años y la abuela derretida con el pequeño, otra mesa con un par de novios en actitud romántica y más allá dos chicos vestidos de forma informal… Me sorprendió la ausencia de empleados de oficina que a medio día colonizan los restaurantes de la zona. Pedimos un variado de entradas con rollitos vegetales (crujientes, dorados, compactos y aromáticos. Tan sabrosos como cuando de pequeño dabas un mordisco a deshoras a tu bocata del recreo), langostinos tempurizados (muy jugosos y casi vivos), brochetitas de pollo (con salsa de cacahuetes y un fondo sutilmente picante) y jugosas albóndigas de cerdo, con aromática lima y toques de cilantro, en un plato alegre y provocativo que nos puso en vena y que acompañamos con un Viñas del Vero blanco, que combinaba perfecto con todo ¿Cómo es que no vienes a comer aquí todos los días? – Preguntó mi amigo purista que cultiva sus lechugas – . De segundos pedimos un mix exitoso: Roll crunch uramaki con langostinos en tempura, cebollino y queso crema que era una invitación a la codicia: todos comíamos sin parar y casi sin dirigirnos la palabra. Las texturas contrastadas del arroz, el queso crema y el crujiente de la tempura producían sensaciones agradables, como la de pulverizar agua fresca en el cuerpo dentro de una sauna muy caliente. Ante nuestro regocijo pedimos otro par de rolls impecables: sukothay uramaki, con gambas marinadas, aguacate y sésamo y otro con huevas de pez volador y anguila… me gustó el manejo de las temperaturas, el punto del arroz, la intensidad de los pescados. Para continuar con algo thai, exquisitos noodles con solomillo, vegetales y sésamo, que desprendía sus aromas de cilantro, citronella, verduras… Una fiesta de sabores perseverantes pero suaves. Para cerrar infusión de hierbas digestivas. No pudimos dejar espacio para el postre…

One Comment

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *