Tenía muchas ganas de visitar Ceviche 103. Yo con mis nostalgias alimenticias de la bella Colombia, disfruto montones la cocina andina y si además hablamos del Perú y su fusión oriental: llena de influencias japonesas y chinas, que son mi perdición, pues estamos listos para la fiesta.
Al llegar a la sala, a pesar de haber visto el restaurante muchas veces en críticas y a mi paso hacia la casa, me resultó poco amable, casi tuve ganas de marcharme a mis viejos conocidos. Es fría, a pesar de sus sillas coloristas, es un espacio alto y con eco, como de gran exposición, luces altas muy intensas, sillas duras… Pero su carta! es una invitación a probarlo todo. La otra noche iba con una amiga a la que no le gusta el ceviche y queríamos compartir platos, así que en esta crónica no hay ceviche, pero lo habrá. Se ha quedado como una asignatura pendiente.
Pedimos una causa con langostinos y alioli de ají amarillo, que es exquisita, ese puré denso de patata adobado con el delicioso ají amarillo que acompaña diversos platos de la cocina peruana. Los sabores del langostino con la patata hacían un tandem perfecto. Éstos, en su punto, casi crudos.
De segundos: Arroz chaufa de pollo en salsa teriyaki: salteado al wok con soja, es un arroz primavera de toda la vida pero más sabroso y con los puntos de cocción inmaculados. Es un plato que debería ser un poco más baratito, pues es un plato realmente sencillo, pero estamos en un local de moda que se ha ganado su prestigio a pulso y eso termina pagándolo el comensal.
También: chicharrón de pescado empanado con maíz cancha y croquetas de yuca: tiernos y jugosos trozos de mero recubiertos de un empanado de maíz crujiente que hacía una cobertura firme y crocante a un tiernísimo pescado, que se deshacía en la boca, las croquetas de yuca tristonas, pero es culpa de la imaginación gastronómica cuando se adereza de nostalgia ya que en la costa colombiana hacen un portento de carimañolas, y estas no se acercaban a mi recuerdo, pues como dice mi admirado ligasalsas, antes todo era mejor y más bueno y nosotros éramos más jóvenes.
La conclusión: me faltan los ceviches para pronunciarme con más entusiasmo, Por ahora siento que es un restaurante interesante, con propuestas divertidas y platos perfectamente ejecutados que vale la pena probar. Pero aún no me he enamorado.
Ciudad: Barcelona.
Dirección: Londres 103.
Tel.: 932 098 835.
Precio medio: 35€. También tienen un menú del día con platos de la carta a un precio más que sensato: 15€