Chefs,  Cocina Mediterránea,  Con estilo,  Restaurantes en Barcelona,  Tapas

Tapas 24

Hace unos días vino a visitarme, solo por dos días,  una amiga entrañable con quien quería compartir mi amor por Barcelona y por mis restaurantes favoritos. Fue muy difícil elegir donde llevarla. Una de mis opciones (que tenía que ver también con las distancias y el plan del día) fue ir de tapas a un clásico cerca de nuestra ruta turística. Tapas 24. Al llegar y como siempre en la casa, habia cola con espera de casi media hora, éramos 3 entusiasmados con la propuesta clásica y exigente de Carles Abellán así que nos quedamos de pie en las escaleras mirando los platillos que salían, con las bocas haciendo aguas. Cuando la amable camarera vino por nosotros, me parecía que nos estaba rescatando de un naufragio, fui tras ella con la sonrisa en la cara y nos instalamos en una mesita alta (e incómoda) cerca de la puerta. Nada, pensaba, es demasiado incómodo, ni largo si se trata de probar con mi amiga algunos de mis platos favoritos en una calle preciosa de la ciudad. Nuestro galante acompañante se quedó de pie para caber mejor los tres en el rinconcito asignado.

Elegimos platos clásicos que ya habiamos probado en otras ocasiones y alguna novedad. Dos copas de vino rosado y un zumo de manzana natural, y para entrar, la tapa de oro, pan rústico denso y firme con tomate rallado y aceite de oliva en un platito para mojar (y que a mi parecer deberían dar sin cobrar, como tapa acompañando las otras comandas, pero se cobra y resulta un poco caro).

Para abrir boca, La famosa Bomba de la Barceloneta que nunca tiene pierde, con esa mágica danza entre la crujiente y doradita capa exterior del puré de patata tostado magistralmente y la suavidad del interior con un corazón de carne picada aderezada con el justo punto de condimento, perfecto para hacerse notar sin apabullar el sabor delicado del tubérculo.

Otro infaltable: el Bikini Comerç 24, un clásico de la casa con mozarella, ibérico y trufa negra que es siempre una delicia, suave y casi dulzón, con los aromas de la trufa que no escatima su presencia. Mientras picábamos la mesa se hacía pequeña y me daba alegría pensar que lo que es un inconveniente en términos realistas hace parte del ritual de comer tapas, que en nuestro imaginario de «extranjeros» es posible solamente en lugares atestados, incómodos y ruidosos. En una de sus visitas mi hermana me decía que sus amigas le recomendaban entrar a los bares de tapas que más papelitos tuvieran en el suelo! era según los rumores los mejores bares de tapas…  (los papelitos son las servilletas, adefesio, que no secan ni limpian, que se utilizan cada vez con más frecuencia en los bares)

Mi amiga, que solo había estado en Madrid hace muchos años, aunque vive a tiro de piedra en el Alentejo, se complacía de la experiencia. A nuestro alrededor, turistas bien informados, de muy diferentes rangos de edad (había incluso una madre guapa y estilosa, de rasgos anglosajones, con su niño de unos 10 años) y varios Barceloneses disfrutando de los ritmos de su cuidad cosmopolita.

Seguimos con unos verdísimos, como esmeraldas,  Pimientos de Padrón que se metieron en nuestra whislist mientras esperábamos, pues entraron por los ojos y  cumplieron su promesa, estaban sabrosos y tiernos.

Seguimos con un Cebiche de Corvina que lamentablemente me pareció flojo: muy poco pescado sobre unas hojitas de cogollos de lechuga fresca, cebolla morada, un poco de aguacate y lima, en un bocado pequeño y sobre una cama de hielo, excesiva, que le daba una temperatura demasiado baja y la sensación de estar aguada, la Corvina poco sabrosa.

Nos volvió a elevar el animo la ración de Huevos rotos con Jamón ibérico, con las patatas bien doradas y el jamón aunque escaso, de excelente calidad.

De postre el famoso Chocolate con sal y aceite, una crema de chocolate muy firme con el contraste de la sal y el aceite, potente, untuoso, divino.

Comimos por 69€, tomando solo dos copas de vino rosado (correcto). En conclusión, comimos muy bien pero la relación calidad precio me pareció inadecuada.

3 Comments

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *