RESTAURANTE PAROLE…

A diferencia de la canción que le da su nombre, aqui faltan las palabras.

Una tarde cualquiera, con hambre anticipatoria me acerqué a Parole… el nuevo proyecto de Angelo de Salvo (lo cito porque fue el artífice de uno de los restaurantes que más me ha gustado en la vida, el Come Prima, y después del Più di prima y T’amerò) así quienes los conocieron ya tendrán referencias importantes para seguir mi recomendación.

El espacio es sobrio, con un ambiente que me recordó un invernadero de madera (umbráculo) como el del Parc de la ciutadella en Barcelona,  que se convierte en un remanso de sombras y fresura en los días de calor y que en invireno es resguardo, un sitio evocador de vinos tintos generosos e intensos y aromas de cocina materna…

Se delata su origen mediterráneo y festivo por las grandes imágenes de estrellas de cine y las fotos en blanco y negro de escenas dignas de la Dolçe Vita…. Los muros color chocolate y las mesas amplias y cómodas centran el punto de interés en el aquí y el ahora… Una contundente invitación a disfrutar del momento y a vivirlo como si fueras eterno.

Cuando llegué mis dos acompañantes no habian llegado y disfruté de un aperitivo delicioso mientras observaba con discreción a los comensales de otras mesas mientras disfrutaba de unas finisimas lonchas de mortadela de Bolonia y rocas exquisitas de parmesano con un  Antinori,  Peppoli 2007, Chianti clasico que me gustoó especialmente por sus rasgos densos, untuosos de frutas rojas bien maduras.

Nos propusiemos tomar tres platos entre los tres para probar de todo y fue un acierto, primero por la selección de panes gourmet con tomate, olivas, integral. Yo que soy golosa me contuve para poder llegar al postre con arrestos.

De primero Alcachofas de tudela con su jugo y salsa de queso Taleggio y un par de tomates cherry horneados con buen aceite y orégano. Es un plato muy suave, discreto y aromático a la vez porque el taleggio es muy lácteo y tiene un aroma suave pero llenador, como de bebé saludable y felíz… Las alcachofas firmes, sabrosas energéticas, como el cuerpo de un adolescente…

Después tomamos Raviolo a la carbonara que estaba delicioso, con la salsa suave de huevo, y bacon… Al romper el raviolo de pasta firme y deliciosa salía el relleno que era como tomar una omelette recién hecha por manos expertas… Sensaciones sutiles, auténticas, sin florituras innecesarias que se acompañaba de buen queso parmesano y un par de tomatitos cherry al horno que daban al plato un toque sutil pero sin alterar la carbonara que era preciosa! sisisi preciosa!

Por último, un risotto con tomates cherry que, según el mairtre, ha tenido varios reconocimientos internacionales y que para mi fué absolutamente cautivador. El punto del grano, la cremosidad y la sutileza de la salsa, las hierbas que acompañaban un plato sencillo pero magistral a la vez, como escuchar a una persona brillante que no siente la necesidad de demostrarlo.

A nuestro lado la tertulia de cuatro jóvenes emprendedores , bien vestidos con zapatos italianos y jerseis de cachemir, iba alargándose con buen animo mientras comentaban asuntos de empresas 2.0.

En otra mesa un par de señoras interesantes, con tantos  años como estilo y mas allá un par de mujeres jovenes y guapas que salieron a fumar un rato…

Parecía que nadie queria marcharse del local y ya eran poco más de las 5… me sentia bien, como en una cofradía de la buena mesa… y para rematar llegaron los postres: El clásico tiramisu con el bizcocho bien empapado en amareto, y finas láminas de chocolate negro entre sus capas y el mascarpone ligero, casi etéreo. Poético

Y una tartaleta de manzana con helado de vainilla que resaltaba por lo crujiente del hojaldre y el sabor acido/dulce/fresco de la fruta.

Un cierre perfecto para una comida redonda….

La relación entre el servicio, la cocina, el ambiente y la cuenta es equilibrada aunque  tengo que reconocer que no se puede comer en locales de lujo con demasiada frecuencia en los tiempos que corren. Yo reservaré mesa en Parole…. en  mis ocasiones especiales!

Precio medio (sin vino) : 50€ por cabeza.