Durante muchos años trabajé en Colombia en el instituto distrital para la protección de la niñez y la juventud, como voluntaria. Han pasado los años y cada vez echo más de menos el trabajo solidario, reporta una cantidad de bienestar emocional inconmensurable y es un buen estímulo para el espíritu. Por eso participar en propuestas y proyectos solidarios me parece imprescindible. Hoy fue la presentación de la cuarta edición de Tapas solidarias, en Tickets. Había grandes restauradores que querían aportar su granito de arena para ayudar a madres y bebés de 0 a 3 años, con problemas económicos, a través del Casal dels Infants. Yo aluciné con el poder de convocatoria de…