Salimos a pasear el domingo por la mañana, sol y cielo azul, la ciudad viva y las ganas de caminar nos encaminaron hacia la playa. Una vez allí comeríamos una hamburguesa con patatas en Makamaka. Era uno de esos días con vocación de eternidad en los que ir haciendo lo que nos da la gana es la única propuesta. Al llegar después de caminar algunos kilómetros, de hacer paradas para escuchar algún músico callejero o echar una ojeada a algunos escaparates, nos encontramos con una fila kilométrica en el restaurante. A mi el hambre me entra con impaciencia y con una punzada feroz que acaba con mi buen carácter. Tenía antojo de…
Bar, cocinas del mundo, Comer barato y bien, Excelente relación calidad/precio, Novedades, Restaurantes Barcelona: Favoritos