RESTAURANTE FERREIRO

Ciudad: Madrid
Dirección: Comandante Zorita, 32.
Telefono: 915538990

Hoy he recibido una buena noticia: el Restaurante Ferreiro, uno de los clásicos de cocina asturiana en Madrid estará todo el verano abierto. Y aunque la sala no es moderna o de diseño, y más parece un templo evangélico, en Ferreiro te trasladan al corazón de Asturias donde podrás encontrar las mejores viandas de ese paraíso…

En éste restaurante de los de siempre, en el que saben que la experiencia y el buen hacer no se improvisan, he comido algunas de las legumbres más impresionantes que he probado en mi vida, sobre todo la exquisita fabada y las verdinas con bogavante , fresquitas, tiernas y con muuucho marisco! (en la foto) y que me hacen añorar el otoño.

Pero hoy voy a hablaros del menú ejecutivo: que por 28€, os da una cantidad de placer impresionante, con todo incluido (un tinto de la casa muy digno, postre, café y agua).

Las raciones además de exquisitas son, os prometo, como hechas para levantar a un ejercito después de una guerra. Un variado de entradas para compartir que podrían ser la totalidad de la cena. Fui con mi hijo adolescente que come como una lima y casi tengo que sacarlo en camilla. De «aperitivo» tostas de pimientos asados y bonito que estaban abundantes y aromáticas con muy buen aceite de oliva.

Los entrantes varían dependiendo del día en que vayas pero sacan para compartir grandes platos con delicias variadas, el día de nuestra visita comimos ensalada campera, fresquisima y bien aliñada con sus sabores de campo; terrina de foie con compota de manzana a la temperatura ideal (a pesar del calor) y huevos del corral estrellados con patatas panadera y lascas de ibérico que es un plato infaltable, ideal para invitar a los amigos que nos visitan de fuera con ocasión del verano!!

Cada plato que llegaba despertaba el entusiasmo de Santiago mientras que yo me lanzaba a hacer advertencias al camarero: «soy como los pececitos de acuario, si me ponen comida buena sigo y sigo hasta reventar» Y el problema es que la comida estaba BUENA. Me salvó de una muerte vergonzante y trágica el apetito de mi comelón acompañante…

Cuando ya la gente con un apetito normal está absolutamente satisfecha, llegan los segundos, que en nuestro caso eran: un arroz meloso de setas y langostinos, que estaba en su punto y muy sabroso, en el que cada ingrediente encontraba su lugar dentro del plato, y carrillada de cerdo ibérico a la mostaza antigua, tierna, casera, discreta y suave.

Al postre, aunque incluido en el precio, no llegamos!!!

Yo tomé una manzanilla. Santiago solamente se desató el cinturón ante las ofertas dulces del amable camarero.

Salimos muertos de la risa… Nadie habia dejado a Santi K.O hasta ese día.