Su puerta de madera maciza y dura parece hecha para proteger Constantinopla, pero al entrar, es dócil su belleza serena. Pedimos menú degustación con tres entrantes: “granizado de remolacha con pomelo, frambuesa, miel y wasabi” color e intensidad. El pomelo con su toque amargo se abrazaba a la dulce remolacha como si fueran una buena pareja de tango, y “tortilla de patata interpretada por un belga, cuarta versión” cuyo nombre surrealista fue objeto del humor negro de mi divertido acompañante. Una fina capa de patata envolvía un bocado de cebolla confitada, espuma de clara de huevo y una yemita (muy cocida) de huevo de codorniz. Por último mi favorito: butifarra, y cigala, aromática y en su punto, sobre cama de patata morada (en cubitos minúsculos) bañada por una vichissoise, intensa y cremosa, con aceite de trufa blanca, que excepcionalmente, acompañaba sin invadir. Perdí la compostura y apuré mi plato como si fuera mi última cena. Había más, y como en las bodas de Caná lo mejor estaba por venir. Chipirones con arroz caldoso de verduras y azafrán con helado de tinta: colores, texturas y aromas que se abrían ante tus ojos como una flor de loto al amanecer, después, bacalao confitado con las espinacas salteadas más sabrosas y tiernas que he probado nunca, con salsa de romero que daba el contrapunto al sabor suave del bacalao perfectamente hecho. Y por último, dados de solomillo tierno relleno de foie, intensos. De postre un pan falso con ruibarbo (ácido y dulzón) con chupito de licor de frutas ahumado. Para terminar petit fours de alta gastronomía, inmejorables aunque un poco excesivos.
OJO: CERRADO, INEXPLICABLEMENTE. AHORA EN SU LOCAL FUNCIONA ZARANDA
Ciudad: Madrid.
Dirección: C/ Eduardo dato, 5 (ahora sede de Zaranda, con la decoración intacta)
Teléfono: 91 446 45 48.
Fumadores: Zona Habilitada.
Precio medio: 62€ menú degustación, 70€ menú temporada.