Ayer fuí a la presentación del restaurante del programa ¡oído cocina! Me dió un poco de grima, me temía un discurso triunfalista y una cocina pretenciosa y de regular calidad, visto el limitadísimo periodo de entrenamiento (nueve semanas) .
Por otra parte la versión «reality» de chicos que salen adelante con sangre, sudor y lágrimas frente a millones de espectadores testigos de sus miserias, me llena de pudor y vergüenza. No soy de la generación del gran hermano. Pero la curiosidad antropológica pudo más que mis resistencias. Fui. No me he arrepentido ni por un instante. En el local un ambiente festivo y nada artificial. Me encontré con un menú equilibrado y sabroso y una cocina de calidad y mucho oficio, sin pretensiones desmedidas. Ensalada de rúcula (suave) con trozos de palmito, tomate cherry (sólo como decoración) y un par de gambas, bañada en un aceite de trufa blanca (aromático y bien rociado) Cabellos de ángel con toques de perejil, cebollino, setas y trufa (que auque reiterada no resultó exesiva en ningún momento) y solomillo de ibérico con salsa caramelizada y patatas, servido a tiempo, a buena temperatura y en su punto. Rodrigo nuestro camarero servía la mesa como un maestro del kung fu, casi imperceptible, pero con la sonrisa amable y luminosa… Tuve interés por esta partida de chicos que habían conseguido tanto en tan poquísimo tiempo. Voy a volver, pero ahora con la curiosidad de quien pretende comer bien. Os recomiendo hacer lo mismo.
Ciudad: Madrid.
Dirección: Marqués de Valdeiglesias, 3.
Precio Medio: a medio día 10.59€ el menú y carta aun por definir pero no sobrepasará la gama de los 25€.