RESTAURANTE LA DORADA

Calle de Cerezales, 2, Las Rozas (Madrid)
Teléfono: 91 638 94 65
Precio medio: 60€ por cabeza.

A raíz de las películas de presos en el corredor de la muerte comencé a pensar en cual sería mi última cena… Muchas veces me he mantenido en un sólo plato con altos contenidos emocionales: el caldito de patata que me hacían en casa de mi abuela las tardes de lluvia, con trozos de costilla de res y mucho cilantro y un toque de ají, del colombiano, que es picadito con tomate, cebolla y guindilla en trozos casi invisibles… O mi adorada caldereta con Bogavante… Pero mi trabajo ha introducido muchas dudas y conflictos sobre el tópico «ultima cena» y me electrocutarían antes de decidirme… Hoy en La Dorada, tomé un menú pantagruélico que pasó a engrosar mi lista de apetencias…

Tomamos varias cosas de aperitivos para compartir, y perdonad los excesos pues parece mentira que a quienes estábamos invitados nos hubiese cabido todo lo que os voy a enumerar:

La famosa tosta de ensaladilla de pescado de La Dorada, que es untuosa con una mayonesa sabrosa y amarilla.

Croquetitas de corvina, sabrosas y consistentes con poco sabor lácteo y bastante pescado.

Tortillas de camarón como las de triana, crujientes y bien desgrasadas.

Tostas de sardinitas escabechadas con un escabeche ligero, no muy intenso que ayudaba a salivar…

Atún macerado en buen aceite de oliva con alcaparras picadas en pequeño, que estaba de un rojo intenso… Como el atún es mi perdición, soy adicta… siempre echo de más los marinados intensos y en este caso sucedió como siempre… Estaba deliciosos pero me parece que con menos cantidad e intensidad habría lucido más.

Después vinieron más platos «grandes» para compartir

Calamaritos con Huevos y Ajetes frescos, imprescindible plato con los calamarcitos empapados en yemas de huevos camperos muy sabrosos y un rebozado crujiente y magistral…los ajetes en su justa medida acompañaban sin agobiar… Como un buen novio.

Boquerón al Limón, igualmente bien marinado… En esta casa los marinados y frituras están bordado con maestria.

Cazón Adobado, una de mis perdiciones, ligado absolutamente a mis momentos más felices en Sevilla, con el adobo suave, no indigesto y el ese pescado apasionado que soltaba todos sus jugos al primer contacto con la boca…

Chipirón frito en cama de Cebolla Confitada, un plato que dará motivos a mi gula una y otra vez.

Ensaladilla de Pimientos y Tomates Asados y para no exagerar con el ácido úrico el necesario acompañamiento vegetal, con los pimientos dulces y bien horneados.

Cuando ya todos pensabamos que la bacanal estaba terminando llego un nuevo platito de ensalada con Ensalada de Bonito Confitado al Tomillo que tenía una consistencia de bonito en escabeche y que reposaba en crujientes escarolas… Fresco, pero no tan emocionante como los platos anteriores.

Y me llegó un plato ligero que venia bien para cerrar y sentar el estómago: Gazpachuelo Malagueño con Rape y Gambas, de una cremosidad y una sutileza excepcionales, nada graso…

A la altura del último plato estaba yo a punto de fenecer, las imágenes de seven la película en la que matan al glotón obligándole a comer se me atravezaban en las retinas.. pero a diferencia de la pelicula a mi no tuvieron que atarme y cerré con una Suprema de Corvina y Urta con atadillo de Calamar con Cebolleta asada y Salsa Azafrán… Quise volver para comerla con hambre pues la aromática cebolla y los pescados tiernos y jugosos tuvieron pocas posibilidades con mi estómago saciado…

Para «bajar» todo el banquete el Flan de Queso con coulis de frambuesa más espectacular del mundo, untuoso, fresco, bajaba refrescando el esófago y dejando un rastro alegre de crema, frutos rojos y buen hacer…

Recordé porqué La Dorada ha estado en nuestro panorama gastronómico tanto tiempo, con su lugar de respeto por el producto y una cocina «como la de antes» en la que la cantidad, la calidad y el servicio se comportan como trillizos idénticos, robustos y bien queridos.