Si hay algo que me guste más que descubrir restaurantes es descubrir lugares para comer bien que sean algo más que restaurantes. Con el Café modernista 1902, esta condición excepcional se da con creces. El Hospital de la Santa Creu y San Pau, es uno de esos lugares de la ciudad que me hace sentir bendecida por los dioses… Vivir en una ciudad en la que hay joyas deslumbrantes como esta para mi ya es un regalo de la vida. Sant Pau, además, me emociona porque su origen es coherente con lo que yo he soñado para la humanidad, un hospital público, accesible para todos, que nació con la premisa de que la belleza es también imprescindible y para todos y que la eficacia no ha de reñir con ella. En San Pau, no se escatimó en los detalles, ni en el espacio… Al entrar te encuentras en un paraíso en el que, me imagino, el dolor de los enfermos se haría necesariamente más llevadero. Sant Pau, estaba diseñado para la gente y eso lo sentí durante todo el tiempo que estuve dentro del recinto.
Lo siguiente es que en pleno centro de la ciudad, en ese lugar en el que la muerte y el dolor nunca reinaron a pesar de ser habituales, hay naranjos, hierbas medicinales, flores, espacio y encanto por todas partes… En San Pau, te sientes reverencial, reverenciado, amante de la vida y parte de ella.
Pues si, llegué a San Pau con una de las propuestas más tentadoras que he recibido en los últimos tiempos: Una visita guiada por el recinto y después un esmorzar de forquilla en el 1902. Café Modernista, donde haríamos un desayuno único con el alma aleteando todavía por los efluvios de la belleza.
En general una cafetería, café, restaurante en un lugar así, casi que se convierte en un dispensario de comida para turistas fatigados pues lamentablemente en muchos países tan turísticos como el nuestro hubo un interés inmenso por la rentabilidad de cada metro «turistiable» y lo hemos pagado caro… Pero en 1902 Café modernista, no es el caso! cuando vi que el vermú o el brunch que se pueden tomar en algunos paquetes de visita los llevaba el Grupo Sagardi, no dudé ni un segundo: este era mi plan perfecto. Con Sagardi, las cuentas se hacen con la inteligencia de los grandes, estos que saben que la materia prima, la calidad del servicio y la fina y cuidada elaboración de cada plato son rentables per se.
¿Cómo trasmitir la magia de la experiencia? me resulta imposible. La belleza tiene que absorberse de primera mano y en San Pau hay mucha. Cada rincón, cada sala, cada espacio del jardín me trasmite paz y gratitud. Al terminar el recorrido llegar al 1902 Café modernista, es como la guinda del pastel. Buen servicio, cocina cuidadísima de pura materia prima y mucha generosidad en el concepto. Yo me encontré la mesa puesta para un desayuno más que contundente con pan con tomate y buen embutido, huevos rotos con ibérico con sus patatas crujientes y las yemas densas y melosas; además tomé un plato de cap i pota que estaba de muerte: la gelatina y los sabores de la carne componían un guiso de quitarse el sombrero. Yo tomé un té rojo de Sans y Sans para acompañar aunque mis compañeros bebieron buen vino…
Hoy entonces mi propuesta es más entusiasta de lo habitual: este plan es Barcelona en carne viva, absolutamente, y en 1902 café modernista, la gastronomía y la belleza hacen una pareja perfecta como Ginger Rogers y Fred Astaire… Podrás tomar un Brunch por solo 14€ que no se lo salta un torero: Ensalada César, huevos estrellados con jamón ibérico y yogur artesano con frutos de la pasión y miel. O si lo prefieres, coca de Folgueroles con jamón ibérico con vino blanco Espelt Vailet, o un vino tinto Etxeita, además de refrescos o cerveza.
Si no estás para brunch o el horario de la reserva no encaja puedes apuntarte al paquete de vino con una muy buena selección de quesos artesanos de vaca, cabra y oveja, acompañados de membrillo de manzana, confitura de naranja y tostadas. Los vinos: vino blanco D.O. Empordà-Costa Brava, un vino tinto D.O. Catalunya, un selecto cava D.O. Costers del Segre y agua mineral.
Si quieres además puedes hacer el vermú que por sólo 10€ te ofrecerá para picar a tu agrado: ensaladilla rusa, “Gilda” con picos de jerez, una bomba de la Barceloneta con salsa picante, unas croquetas de jamón y unas patatas bravas. Para beber se puede escoger entre un vermut negro o blanco, cerveza o refresco.
Aunque en una experiencia como la que os planteo el precio no es ni mucho menos lo más importante, lo anoto porque la relación calidad precio de esta propuesta es la mejor posible, os lo aseguro. Entrad a la página Visitas San Pau, recinte modernista y apuntaros a la entrada junto con la propuesta gastronómica, es una de las experiencias más deliciosas que esta ciudad prometedora y generosa ofrece.
Dirección: C/Sant Antoni Maria Claret, 167 Barcelona
Teléfono: 93 553 78 01
Precio medio: Entrada con vermú incluído: 16€ con Brunch incluido 20€ y con el tast de vinos y quesos 31€.
PD/ Si queréis comer por libre, en 1902 hay propuestas de platos mediterráneos con un punto en común: un tratamiento inmaculado del producto.