Durante muchos años trabajé en Colombia en el instituto distrital para la protección de la niñez y la juventud, como voluntaria. Han pasado los años y cada vez echo más de menos el trabajo solidario, reporta una cantidad de bienestar emocional inconmensurable y es un buen estímulo para el espíritu.
Por eso participar en propuestas y proyectos solidarios me parece imprescindible. Hoy fue la presentación de la cuarta edición de Tapas solidarias, en Tickets. Había grandes restauradores que querían aportar su granito de arena para ayudar a madres y bebés de 0 a 3 años, con problemas económicos, a través del Casal dels Infants. Yo aluciné con el poder de convocatoria de los organizadores y cocineros solidarios porque esta mañana éramos muchos entusiastas y fue bonito ver a grandes cocineros dando su apoyo presencial al proyecto y poniendo al servicio de la tapa solidaria su buen hacer y su voluntad de apoyo.
En este año se han sumado 85 restaurantes, que tendrán en su oferta una tapa solidaria que aportará 0.50€ por cada pieza vendida al Casal del Infants. En los que va corrido desde que la iniciativa vio la luz se han recogido 67.000€ que se han invertido en alimentación y apoyo a los bebés y madres de diferentes barrios y realmente han hecho un trabajo admirable, sin mucha burocracia ni aparatos que se coman la mitad de las donaciones. En el casal hay una frase que me llega al alma: «La pobreza no ha de ser hereditaria» y es una verdad que tenemos que hacer brillar, día a día.
Os escribo el link a la lista de los 85 restaurantes que están aportando su granito de arena, y espero que en la selección de locales para salir de tapas, estos sean preferentes, porque con cada tapa solidaria que consumamos, estaremos donando alimentos y oportunidades para un niño necesitado. Además en la cuenta de Twitter de @tapasolidaria encontraréis algunos de los platillos, con sus fotos! o podéis vitar su FB. Yo tendré mi listado bien a mano.
Algunos ejemplos para ir abriendo boca!
Pepa tomate: ensaladilla rusa con langostinos.