Oaxaca: restaurante mexicano, mezcalería

Tenía muchas ganas de probar la cocina del restaurante Oaxaca, con apenas un mes de vida, y no me arrepentí. Fui con mi amiga Ivana Rosario fotógrafa y autora del blog My Little Things, quien hizo estas fotos maravillosas que ilustran nuestra experiencia.

Llegamos a las 3 de la tarde y encontramos la sala no muy llena, había solamente dos mesas ocupadas en ese momento, pero aviso, yo creo que cuando se le conozca más, este restaurante será de los que hay que reservar con mucha antelación.

El servicio en Oaxaca era especialmente atento y pendiente de explicarnos las particularidades de la carta y la cocina mejicana, con mucho acierto, además con una buena disposición a recomendar platos cuando lo pedimos.

Para comenzar tomamos guacamole (solamente aguacate con cebolla picada finamente, sal y poco más, donde el protagonista absoluto es el aguacate) y salsa (que es una preparación de esas en las que ves la alquimia de la buena cocina) con ingredientes asados al horno: tomate, tomatillo, cebolla, ajos, pimiento, diferentes tipos de chile (puedes elegirlos ahí mismo). Esta salsa es una sinfonía de sabores ahumados, densos con las notas picantes muy discretas (a petición nuestra) que solo daban alegría a la mezcla. DELICIOSA.

Nos prepararon el guacamole directamente en la mesa en un Molcajete: mortero de piedra volcánica. Podrás pedir cuanto picante quieres. La salsa y el guacamole vienen con 6 tostadas de maíz que acompañamos con cervezas mejicanas, que combinaban perfecto con el picantito de la salsa: Pacífico y Sierra Madre, también había una carta de mezcales muy amplia y la oferta de vinos muy interesante.

Después tomamos el variado de tostadas: que son las mismas tortillas de maíz fritas, gruesas y crujientes que vienen con diferentes tipos de acompañamiento (son 3 y podíamos elegir entre una propuesta de 6 acompañamientos) elegimos ceviche de corvina, atún ahumado y cangrejo real. Una danza de sabores, donde cada elemento brillaba y se enriquecía claramente con la frescura de sus acompañantes: lechuga, lima, cebolla picante, chile. Me gustó especialmente la corvina que estaba perfecta, sabrosa, fresca y tierna: parecía viva.

También pedimos la cochinita pibil que se prepara con espalda y panceta de cerdo, horneada a baja temperatura, que viene envuelta en hoja de plátano, que agrega matices vegetales a un guiso rico en sabores diversos de fruta y tierra, además de la carne de cerdo, que estaba muy tierna y jugosa, que se deshacía con el tenedor, que mezclaba la melosidad de la panceta con la fibra briosa de la espalda de cerdo. Es un plato cálido, afectuoso, hogareño, como un abrazo de abuela. Viene acompañada con judías negras y es perfecta para comer con tortillas de maíz, con un color y una textura diferentes a las que se conocen comercialmente como tortillas de maíz, habitualmente amarillas y muy secas, estas son perfectas con su sabor neutro y su flexibilidad para hacer los tacos.

Fue una fiesta completa y mi servilleta termino como de una niña de 3 años. Aquí cada plato es para degustar con todos los sentidos, también con las manos!

De postre; una sopita de pulque, (un licor suave producto de la fermentación del jugo del agave), que se salpicaba con algunas rodajas de pomelo y naranja coronadas con un cremoso y sutil helado de guayaba.

Mi experiencia en el restaurante Oaxaca fue memorable, sentí la magia de los platos y de la tierra que los ha parido.

Maíz, pescado, cerdo, cilantro, lima, aguacate, tomatillos, chile, guayaba… ingredientes que se transformaron con mimo en platos redondos que estimularon mis sentidos y me invitaron a vivir nuevas experiencias.

Esta experiencia gastronómica además, se produjo en un espacio luminoso y agradable perfectamente climatizado. Una decoración sobria pero llena de los elementos coloristas de la cultura mexicana: calaveras y máscaras, la virgen vestida con su manto azul como los cielos. Las mesas de madera maciza, las sillas de piel confortables y suaves… Todo bien armonizado, con sutileza, donde nada da la apariencia de parque temático.

    Os recomiendo altamente todo lo que yo probé. Yo volveré a por más platos, porque he descubierto que este lugar no tiene pierde. Además la carta de mezcales y licores no se acaba nunca y la terraza es muy bonita, por estos días hay una obra al lado (que no depende del restaurante) y no es recomendable, pero a finales de septiembre seguro será otra cosa. La cuenta 40€ por persona. Bien gastados. Queda pendiente crónica de la Mezcalería.

Ficha:

Restaurante Oaxaca

Ciudad: Barcelona.
Dirección:Pla del Palau nº 19
Teléfono: 93 343 54 10 o 902.520.522