Hoy os voy a contar una linda actividad del segundo día en Cinegourland, un festival que tiene lugar en la deliciosa Getxo, que reune tres de los más intensos placeres de los seres humanos: cine, gastronomía y viajes (para los que no vivimos allí, claro).
El día dos del festival comenzó con una actividad muy interesante y divertida: una cata de Café coordinada por Café La Tostadora. No esperaba demasiado de la cata, de hecho llegué un poco tarde, pero a los 5 minutos, el expositor me tenía cautivada, nos habló de la historia del café su origen y las vicisitudes de un fruto que es ahora, en oriente y occidente el motor para comenzar del día de millones de personas. Me sentí encantada como el implacable Sultán Shahriar cuando Scheherezade lo mantuvo cautivo con sus relatos.
Para enseñarnos los secretos de la cata estaba nada menos que Marisa Vaqué campeona nacional de Cata de café, que lleva el café en la sangre. Aprendí tanto con ellos! Como que un grano de café (solo uno!) tiene 1200 componentes químicos y azúcares que le dan su particular y variado sabor y aroma… y que varía según el origen, la especie, el terruño donde se cultivan, la forma de tostarlo…
Qué el café es un poderoso termoregulador y que hay que tomarlo muy caliente cuando se padece de calor y aprendí que el café es africano de origen de Etiopía para mas precisiones de la región de Kafa aunque el nombre del fruto no viene de su lugar de origen, aunque lo parezca…
Supe que la expansión del café se la debemos a un peregrino que iba a la Meca que llevó unos granos escondidos entre sus ropas a pesar de que sacar café del territorio estaba penado con la muerte, y que lo cultivó en india, de allí lo exportaron los holandeses… Supe, oh la ignorancia, que el café llegó a America sólo hasta 1721 procedente de Francia y que a Brasil, el mayor productor del mundo, llegó de extraperlo, en un ramo de flores que envió la esposa del gobernador a un frustrado embajador que en representación del emperador del Brasil habria ido a Francia para solicitar algunas plantas de café para su cultivo. Le respondieron que no. El día de su marcha, con el rabo entre las piernas, recibió en su camarote un precioso ramo de flores de la mujer… entre ellas unas cuantas ramas de café. Una historia romántica y muy interesante que me recordó el maravilloso libro de Alessandro Barico: Seda. (lectura Muy recomendable)
Probamos un café exquisito de india, uno de honduras y un blend elaborado por Marisa de los dos. No pude escribir bien los nombres de los café y lo lamento muchisimo porque podría repetir mil veces. El primero procedente de la india, con olor de frutos secos, avellanas y toques herbales con bastante cuerpo (es la densidad) que llena la boca, una acidéz ligera y toques ligeramente amargos. Muy poco astringente.
El café hondureño profundo intenso, con más cuerpo y mayor acidéz que el primero.. pudimos apreciar la enorme diferencia olfativa y gustativa de los dos cafés, y en tercer lugar probamos el blend realizado con los dos tipos de café, en el que se potenciaban las fortalezas y características de los dos primeros. Una experiencia fascinante que quiero repetir…
A tomar buen café…