RESTAURANTE ASIA GALLERY

Ciudad: Madrid.
Dirección: Plaza de las Cortes, 7.
Teléfono: 91 360 00 49.

Me invitaron a probar el nuevo menú del medio día “Saborea Asia”en el Asia Gallery una oferta variada de platos asiáticos a 28,50€, en uno de los restaurantes de «alta gama» más prestigiosos de Madrid.  Me pareció más que tentador: el Asia Gallery es un restaurante que me trae recuerdos gratos y sensibles, por su ambiente romántico, intimo y glamoroso que hace de una velada un momento especial.  El día de esta comida añorada hacía un frio punzante y desagradable, pero entrar al Westin Palace con su elegancia clásica y su aire de bienestar me puso a punto. Al fondo atravesando la rotonda el restaurante «oficial» del hotel me hallé de nuevo en ese rincón literario en el que todos los sueños son posibles. Sedas de colores con ilustraciones de pájaros adornando los muros, una lámpara enorme como una pagoda, en el centro de la sala daba una luz azulada y dulce al espacio. Los muebles antiguos de la china con detalles decorativos modernos aportaban equilibro al recinto. La música clásica bien elegida y a buen volumen completan la ambientación perfecta.

En la mesa del lado un grupo de cuatro señores y una dama con Hiyab hablaban de negocios en francés… Mas allá una pareja (que no oí) susurraba en amoroso, mientras ejecutivos y gente de edades variadas y vestidos de forma cuidada departían con poco ruido… Como la sala esta especialmente dotada para la tranquilidad percibes la gente pero ésta no te estorba y te sientes único en el recinto, pero no solitario. Muy agradable.

Con la carta me llegó faena: elegir un primero y un segundo entre muchos platos provocativos pues había tres menús del día a cual más apetitosos: El Menú Lo más Ligero con pocas calorías y opciones saludables.

el Menú Lo más Gourmet con platos para «sibaritas» comensales un poco más caprichosos y amantes de los platos más exóticos.

Y el menú: Lo más Gallery con los sabores más asiáticos del tercio.

Casi me rompia la cabeza pero me explicaron lo mejor: podía elegir un primero y un segundo de menús diferentes. Así lo hicimos.

Pedimos, de primeros para compartir, una ración de Dim Sum (eran cuatro) con su sabrosa salsa de mostaza levemente picante, que no salieron demasiado bien parados pues en Madrid he comido Dim Sum fantásticos y estos no estaban en la cabeza de la lista. Eran para mi gusto un aprobado alto. La masa un poco más gruesa de lo habitual y el contenido menos jugoso, menos intenso que en otras ocasiones.

También pedimos una ensalada, de buey y vermicelli, un plato abundante de estos finísimos fideos de arroz con un toque llamativo de vinagre y daditos muy pequeños de buey marinado en soja (y luego pasado por el wok) que estaba muy sabroso aunque la relación entre fideos y buey era poco equilibrada (mucha pasta y poca carne) y no había vegetales frescos suficientes para legitimar su nombre de ensalada ; )

Los segundos vinieron a elevar mi entusiasmo y a hacer más agradable la velada pues apareció el espíritu del Asia Gallery que había echado de menos durante los primeros platos:

Repetí su magnífica Lubina salvaje con jengibre y soja: tierna y jugosa, con la carne blanquísima y etérea que evocó imagenes poéticas como el brillo de la luna en el agua… La salsa atemperada, suave, dejando el protagonismo a una carne poderosa acariciada por los tonos brillantes del jengibre. EXQUISITA.

Y Medallones de pato asado con salsa de ciruela que se lucían por su textura casi como de hígado, no se explicarlo, como densa, con esa característica de la carne de pato bien asado, acompañado por la salsa de fruta que evocaba al sol, a los tiempos de cocción a fuego lento, a la madurez de un producto… Un plato llamativo y generoso.

Acompañaba a los segundos un cuenquito de arroz salteado (de grano largo) que estaba muy sabroso con el grano suelto, brillante y de punto perfecto que combinaba muy bien con las salsas de los platos principales.

Para cerrar una tempura de plátano y manzana con helado de dulce de leche, que estaba delicioso acompañada por un fermentado té rojo (Pu Erh) en servicio de té como de cuento de hadas con las nueces garrapiñadas con pepitas de sésamo más enviciadoras del mundo!

Salí plena de buenas sensaciones y bienestar aunque habría preferido acertar más con los primeros… Sin embargo estoy muy dispuesta a volver y probar muchas opciones de un menú que solo al leer me abre el apetito.