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Cava y Chocolate un matrimonio muy bien avenido

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Ayer estuve en un evento muy especial: un maridaje de cava y chocolate en Tannic By Freixenet un exclusivo «showroom» en el que hay una variedad muy interesante de vinos, cavas y champagnes de la famosa casa. El espacio resultó informal y agradable y el maridaje insuperable, nada menos que con los deliciosos chocolates de Amatller y Simón Coll. Una invitación que estimuló mi parte más golosa. Cuando llegué, 10 minutos tarde, me incorporé al ánimo de la sala nada más ver las habas de cacao que habían comenzado a circular por la mesa. Unas tostadas y otras crudas y la verdad ambas exquisitas. Frente a mi las copas y los platitos repletos de bombones y piezas de chocolate me hacían guiños.

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Comenzamos con un ritmo ligero y fresco, sin grandes aspavientos: Elissya Pinot Noir Brut: con Pinot noir y una crianza de mínimo 18 meses. Un cava rosa, casi brillante del tono de las frambuesas que estaba ligero y delicado, con aromas frutales suaves y frescos, liviano… De hecho tuve que contenerme para no bebérmelo todo antes de iniciar con el maridaje que fue un contrapunto ideal: unas finas hojitas de chocolate blanco salpicadas de chispas de fresa que me recordaban a pipi calzas largas y sus trenzas elevadas, picardía y dulzura en un equilibrio muy adecuado.

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Seguimos con un Cava Freixenet Cuvée D.S. 2007 Macabeo, Xarel·lo y Parellada – con crianza entre 36 y 48 meses que me fascinó, sus sabores tostados como de campo lleno de sol y su densidad me parecieron perfectos con algunos de los chocolates con los que lo maridamos, primero lo tomamos con un bombón que se ha convertido en mi antojo más acuciante: unas florecillas al cointreau, 50% cacao Ghana y relleno de Cointreau, aromático e intenso, con la textura de terciopelo… con este chocolate me pareció que el cava no lucía especialmente bien, siento que competían un poco con las notas alcohólicas.

Tomamos el Cuvée D.S con unas flores al Marc de cava, con unos toques más sutiles que los del Cointreau y que danzaban armoniosamente con el cava… me fascinó la mezcla y el bombón.

De tercero unas hojitas de chocolate negro con flor de sal, intensas que al ser tocadas en la boca por el cava despertaban la sal como una bella durmiente. Parecía un experimento de química de los que a mi profesor de la infancia le encantaba realizar…

Hasta aquí yo ya me había pasado a los chocolates anfitriones y pensaba que en las próximas fiestas regalaría cava y bombones, pero cuando llegó la tacita con chocolate en fondue y las frutas, me hice incondicional. El chocolate al cava, suelto, aromático, no muy dulce, parecía la piel brillante de un caballo purasangre… las combinaciones con las frutas deliciosas, pero sobre todo el encuentro con el cava parecía un romance de hollywood: y es que el fred Astaire de esta danza era nada menos que un Dos Lustros Reserva: Macabeo, Xarel·lo y Parellada, con crianza de entre 24 y 30 meses. Bebi y limpié la tacita de chocolate como si fuese a ser la última.

Por último y como si fuera un cierre con traca final, tomamos un Reserva Real con crianza de más de 30 meses, que resultó una copa elegante (servida en copa de vino con la advertencia de que debe respirar) y discreta, como una gran belleza que sabe que no necesita demasiados afeites. Lo probamos con chocolates negros de 70% de cacao, 85% (perfecto! y 99% que me resultó demasiado amargo.

En la mesa comentábamos entusiasmados lo bonita que había salido la cata y la magia del trabajo bien hecho: dos casas impresionantes unidas en una danza que mimó nuestros sentidos.

FICHA:

Ciudad: Barcelona
Dirección: Passeig Sant Joan Bosco, 41
Tel: 93 514 90 38

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