COMER EN SAN VICENTE DE LA BARQUERA

Hoy voy a hablaros de uno de los restaurantes exquisitos que probé en mi viaje por Cantabria: el Restaurante Boga- Boga en la Plaza José Antonio, S/N
San Vicente de la Barquera, Cantabria. Telefono: 94 271 01 50. (cierra los lunes por la noche y los martes todo el día)

El día de esta crónica habiamos recorrido un par de kilómetros del camino de Santiago, por la costa y veníamos entusiasmados, con un poco de fresquito y muuucha hambre. Al llegar a la zona porticada en la que se aloja el restaurante alcancé a percibir la cara de entusiasmo de la guia y SUPE que iba a comer bien. La decoración marinera clasica como de barco de señor mayor en su retiro, tenía la vocación de transmitir tranquilidad y comodidad para disfrutar de una comida opipara… A la entrada, grandes acuarios en la que se movían vitales bogavantes, langostas, centollos,  nécoras y otras delicias, y os reitero lo de vitales, pues nunca había visto esa actividad y energía de los mariscos del  Restaurante Boga Boga…

Nos sentamos en una mesa larga dispuestos a disfrutar y lo conseguimos. Primero nos alevaron la temperatura, y el espíritu, con un excelente consomé de pescado, calentito y «levanta muertos» pues sus aromas eran penetrantes y profundos y sobre todo Naturales… Al oler el tazón podias imaginar el olla repleta de pescadoy marisco haciendo chuchup… Tenía un sutil aroma de piel de limón al fondo del paladar… Exquisito.

Después sacaron diferentes bandejas con abundantes entrantes para picar: primero Nécoras cocidas sólo lo justo, con sus carnes blanquisimas y prietas…  Como siempre en estas ocasiones descubrí mi lado primitivo de depredadora agudisima mientras intentaba sacar la carne de sus pinzas, con fruición y placer. Sentí la conexión con estas tierras antiguas llenas de vestigios de una cultura milenaria…

También Anchoas de Santoña con aguacate y pimientos de cristal que eran muy sabrosas y no demasiado saladas, con una textura inigualable y el sabor denso de las mejores anchoas del país… los bocados de aguacate daban contrapunto a su energía.

Y una bandeja llenísima de las rabas de Calamar fresco, frescas y exquisitas pues estaban firmes, consistentes y doraditas.  El calamar fresco es muy interesante, porque su sabor es persistente pero sutil. El rebozado o el aceite que se utilizó eran adecuados porque estaban escondidos y lo que sabía era el cefalópodo,

Y también, unas Almejas de carril con ajito y perejil, gordas, jugosas y suaves…

De segundos una bandeja ENORME con variedad de pescados a la brasa con leves láminas de ajo tostado, en la bandeja raciones firmes de Rodaballo con un poco de gelatina, la carne blanca, brillante y lustrosa; Merluza en su punto, llena de jugo; trozos exquisitos de Cabracho, que estaba delicioso con su sabor intenso y por último la perfecta Lubina… que deberia ser parte del escudo de Cantabria por su exquisita presencia en las cartas de sus mejores restaurantes y que en este caso, trasmitía intensidad y salud.

Para cerrar el variado de postres más tentador (del que no tengo fotos pues nos lanzamos a la bandeja antes de que pudiera darme cuenta!) : Profiteroles con chocolate caliente, Flan: untuoso, denso con la textura de la leche condensada cuando está cocinada, Tarta de queso con sabor a queso… al fin! y una Tarta de almendras, parecida a la tarta de santiago pero más gruesa, con una textura de mazapan y que despertó todas nuestras pasiones.

Mi primer restaurante de Cantabria en San vicente de la Barquera fue el mejor comienzo posible… Al Boga – Boga vuelvo y espero que vosotros vayáis para que disfrutéis de una pescaderia/marisqueria de lujo.