Cocina italiana,  Con estilo,  Restaurantes en Madrid

RESTAURANTE BOCCONDIVINO

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Dirección: C/ Castelló, 81.
Tel. 91 575 79 47.
Ciudad: Madrid.

Cuando se juntan las ganas y la oportunidad salta la chispa… En este caso caí con Boccondivino que para celebrar su décimo cumpleaños ha lanzado una promoción interesante:
Hasta diciembre, de lunes a Jueves mediodía y noche y los viernes a mediodía todos los platos de la carta tendrán precios fijos:
Los entrantes a 12 €; Las pastas, risottos, carnes y pescados 16 €; y los postres a 6 €.
La noche de mi crónica, un jueves, quise dar cabida a mi yo más romántico que el día a día oculta y amilana… Las luces de la sala cálidas y agradables produjeron un primer aflojamiento de la tensión del día. Nos sentamos en un rincón con asientos mullidos tapizados de azul pálido y crema; los techos bajos, abovedados y recubiertos de tela imprimían calidéz y refinamiento al ambiente sin pecar de estridencia, y aunque la decoración no me gusta demasiado, el efecto que produce es sorprendente… Es como si el restaurante estuviera diseñado como una envolvente cápsula de seda, que te obliga al recogimiento…
En la mesa: grisinis hechos en casa y un pan firme casi duro que ofrecía resistencia a los dientes y que producía la sensación de contundencia y plenitud. Como una Raquel Welch de brazos fuertes y pechos florecidos, haciendo de campesina.
Para comenzar un platito del buen queso Parmesano con una cremosidad especial que tuve que dosificar para no quedar llena antes de tiempo, y que acompañado con un sabroso Villa Antinori, 2001 D.O Toscana, estaba de muerte. El vino, con sus notas profundas de cuero, ciruelas y lavas me recordó las fotos antiguas de mi abuelo, mis paseos a caballo y esa mezcla deliciosa del sudor del animal y el olor de la silla de montar…
Volví al presente con una ración de conejo (en finas hilachas) sobre una cama de verduritas con vinagreta en julianas delgadísimas que estaba sabroso mas no exquisito. La carne me pareció escabechada pero era el sabor de la vinagreta que le quitaba ese sabor sutil y delicado al animalito. Un sorbo de vino le daba nueva vida al plato.
Después un carpaccio de ciervo ahumado que me llegó al alma… Si el alma puede ser tan liviana como para exaltarse con un aroma intenso y antiguo de cueva, de memorias de especie en las que el humo de buena leña era sinónimo de hogar… Me descubrí, a mi pesar, cazadora.
El tercer plato era una pasta al dente con anchoas y tomate seco que a mi acompañante le pareció un pelin salada y que a mi me supo a gloria… Entiendo que en la noche sabores tan contundentes pueden ser no aptos para todos los gustos sobre todo porque las anchoas marinadas ahí mismo parecían recién salidas de las redes herrumbrosas del pescador… Yo adoré la mezcla y sus matices…
Por último una ración de lomito de búfala con boletus y polenta, que me gustó sencillamente, sin llegar a apasionarme: la reducción de los jugos de la carne estaba deliciosa, la textura firme, poco infiltrada de grasa pero tierna a la vez era bastante llamativa y las notas de las setas tan presentes eran sin duda signos de un plato perfectamente concebido y ejecutado, pero supongo que la pasta me dejó demasiado sensible el paladar que recibió con cierta indiferencia este plato contundente y no lo disfruté como esperaba…
Cerró con aplausos una mousse de chocolate, frambuesas y sal que consiguió reanimar mi paladar. La temperatura, las frutas, el intenso sabor a chocolate reforzado por las escamas de sal fueron de fiesta con lentejuelas y champagne.

Salí satisfecha y hasta un poco ¿cansada? de la jornada. Como cuando nos sometemos a una dosis de ejercicio estimulante en el gimnasio y llegamos a casa con ese dolor muscular gratificante…

Vuelvo, sobre todo ahora que es más fácil pagar…

6 Comments

  • Lila Ortega

    Gracias a los tres!!! me gustaria deciros algo especial, porque a veces las palabras, como en mis cronicas, se me quedan cortas y temo que parezcan vacias o que parezcan un decir por decir… asi que me llena de alegria lo que me decís… ya me contarás querido crótalo…

  • Raquel

    Holi!!!

    LA verdad es que Boccondivino es genial, los malloreddus están muy ricos, el tartar de buey, el postre de berenjena y mascarpone… todo está rico, jejeje… y el sitio muy cuco para disfrutar de una velada, qué más se puede pedir…

    Un abrazo Lila

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